MEDICAMENTOS

Los medicamentos no son un juguete, hay que tomárselos en serio y seguir un correcto uso.

Hay que evitar siempre autoprescribirse y automedicarse.

Seguir las indicaciones del médico que las receta, el farmacéutico que las aconseja, sobretodo en cuanto a dosis, duración del tratamiento e intervalos de tiempo entre tomas.

Mirar el prospecto y si se dan alteraciones o efectos extraños durante su tratamiento hay que suspender la medicación y consultar al profesional que te las recetó.

Conservar siempre el envase original, podrías necesitar consultar el prospecto en algún momento, además de tener presente la fecha de caducidad.

No tomar medicamentos si no es estrictamente necesario.

No se recomienda triturar los medicamentos, salvo que se indique específicamente por el médico o en el prospecto.

Los medicamentos líquidos o jarabes deben tomarse en dosis lo más exacta posible, se recomiendan jeringuillas dosificadoras para evitar calcular cantidades “a ojo”.

Preguntar al médico sobre efectos secundarios si se va a manejar maquinaria peligrosa o conducir, pues podrían reducir los reflejos.

No mezclar nunca con alcohol, puede reducir la eficacia, y en algunos casos (antipsicóticos), potenciarla de forma incontrolada.

Guardar correctamente los medicamentos. Revisar indicaciones en los prospectos. Revisar periódicamente el botiquín y desechar los que no presenten buen estado o estén caducados.

Los medicamentos que retiremos hay que depositarlos en los espacios habilitados en las farmacias.

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